7/9/08

Bon Jovi

Buscados en el fin del mundo
Vinieron cuando no venía nadie: en 1990, tener en suelo nacional a alguien top de los charts era casi un delirio. Y volvieron. En 1993 aterrizaron en Chile para promocionar su quinto álbum “Keep the Faith” y no han aparecido más desde entonces. Muchos fans no mantuvieron la fe, los medios dieron vuelta la página y el resto los dio por desaparecidos hasta ahora que la banda comenzó a sonar como plato de fondo para los 50 años del Festival de Viña.

Todo el que tenga más de 25 años recuerda algo de la histeria colectiva que desató la banda de New Jersey al aterrizar en Santiago a principios de los noventa. Desmayos, multitudes en el aeropuerto, reinas de belleza fotografiándose con el líder del grupo mientras las quinceañeras envidiosas lloraban afuera del hotel, aguantando a cuero pelado el sol de febrero. Lo que fuera por ver al menos un mechón del vocalista más hot del momento.

Han pasado casi 20 años y los incondicionales de siempre saben que hasta hoy Jon Bon Jovi sigue llenando estadios con la misma cantidad de féminas descontroladas y una parafernalia tecnológica similar a la de U2. En páginas de internet y grupos de Facebook dedicados a la banda los fanáticos vociferan que hay algo que nos estamos perdiendo hace rato y, los más fieles, ya se cansaron de esperar. Paula Mena (28) llegó al foro chileno de los fans del grupo en tiempos de desesperanza, plagado de seguidores incomprendidos y agotados de ver pasar discos mal promocionados con giras lejos de su alcance. “Sabemos qué hace Bon Jovi porque nos metemos a Internet, pero si dependiera de la tele y la radio juraríamos que todavía tienen el pelo largo y que andan en mallas apretadas”, cuenta con cara de decepción.
Paula se cansó de soñar y decidió agrupar a todos los curados de espanto que ya daban la causa por perdida. Inspirada por su ídolo, se decidió a alzar la voz y presionar por todos lados hasta que alguien la escuchara. “Soy como Jon, sigo mis sueños y no acepto un no por respuesta. Había que retomar esa fe perdida”, asegura. A mediados del 2007 comenzó a bombardear de cartas a la alcaldesa de la Cuidad Jardín, al concejal Celis, a las radios y, hace un mes, a buscar apoyo en Facebook para reclutar nuevos adeptos y rehabilitar a los perdidos. “Los rockeros de Chile quizás se sintieron traicionados cuando Bon Jovi empezó a indagar por otros estilos, distintos al rock más glam y más pesado del comienzo, bajaron las ventas y no se supo nada más" explica.

El grupo siguió rodando a la distancia con las noventeras “Always” y “Something for the pain”. Luego vino el saludo al nuevo milenio con “It´s my life” y un par de álbumes que en Chile dieron poco que hablar. Paula los tiene todos y sabe bien que el 2005 ganaron el World Music Award por vender más de 100 millones de discos hasta esa fecha, que el 2006 ingresaron al UK Music Hall of Fame y que finalizaron el tour del álbum “Have a Nice Day” (2006) con ganancias cercanas a los 130 millones de dólares, sólo aventajados por el “Confession’s Tour” de Madonna y por el “Bigger Bang World Tour” de los Rolling Stones. Ahora se sabe que Canal 13 los quiere traer para impulsar una nueva productora de megaeventos y que una de las razones es la exitosa gira del último disco “Lost Highway” que dejó 112 millones de dólares en la cuenta del grupo.
Paula está optimista, el nombre de la banda suena más que antes y asegura que, si no hubiesen hinchado a más de uno con el "Plan Presión Masiva", esto no estaría pasando. “Lo más gratificante es ver cómo la gente se esta uniendo, en Facebook postean fans entre los 15 y los 35 años, llaman a las radios y están poniendo de su parte para cumplir el sueño. Me escriben dándome las gracias y yo les agradezco a ellos, es increíble cómo estamos metiendo bulla”. Y si le dicen que ser fan es cosa de adolescentes ella se pregunta “Baaah…¿ Y qué saben ellos de pasión por la música? ¿Lo que es que se te aprete la guata con una canción?”. Hay que echarle la culpa al Rock and Roll...

La gira “Lost Highway Tour” terminó el 15 de Julio pasado en el Madison Square Garden de NY, con un saldo de 112 millones de dólares a favor. Asi se verían sobre el escenario de la Quinta Vergara. ¿No será mucha carne para tan poca... gaviota?

I love you "caleta"

El vapuleo constante de la crítica especializada que los ha tachado de "rockeros plásticos" o "máquinas generadoras de hits" no ha logrado detener el fervor de muchos fans que los esperan y siguen a dónde sea. Karen Román (25) decidió partir a buscarlos, al estilo Mahoma y la montaña, logrando llegar hasta lo inimaginable: la puerta de la casa del líder de la banda. Tomó una desición drástica mientras veía que la gira estaba terminando y Sudamérica nuevamente no estaba en la ruta. “La única manera de poder verlos era viajar y no quedaba otra que aperrar y partir con lo que junté por años...", afirma. “Y el resto, a puros prestamos no más…”.
La creyeron loca y se lo recordaban constantemente, pero ella insistió en que tenía que hacer lo que su corazón le pedía: “Tuve problemas, a mi compañera de viaje no le dieron la visa, se perdieron entradas que sólo ella podía retirar en Estados Unidos, casi me quedé con los crespos hechos".
Las pérdidas financieras no le dolieron, la banda le alimenta el alma y, según ella, eso no tiene precio. Encontró nuevas compañeras de viaje y d
urante dos semanas y media recorrió las calles de Boston y Nueva York cantando a voz en cuello las canciones de Bon Jovi, declarándoles abiertamente su amor. Fue a 5 conciertos, toda una maratón que la llevó a estar junto al escenario, a escazos metros de la banda. “En el primero no corrí para llegar adelante…, volé…", cuenta orgullosa. "En ese momento no piensas...solo actúas. Yo era la descontrolada, allá cada personaje está en su puesto, nadie se empuja”.
¿Darle la mano a Jon Bon Jovi también iba incluido en el pack turístico? Aparentemente no, pero estaba dispuesta a buscarlo por donde fuera. De tanto vociferar por las calles llegó, dateada por una gringa, hasta el edificio del cantante que de New Jersey se mudó a Manhattan. Abordaron al conserje a punta de spanglish, le pidieron prestado el baño y le regalaron un buen vinito chileno para que soltara la firme: el amor de sus vidas saldría a las 16:30 hacia el Madison Square Garden donde esa noche se cerraba la gira.

Eran 4 inofensivas chilenas esperándolo, pero como nunca se sabe con el fervor latino, otro conserje reacio a los sobornos, llamó a una patrulla para que escoltara al rockero que salía por la puerta principal. Bajo la atenta mirada de los policías, el ex melenudo soltó un “Hi!” y con una sonrisa algo nerviosa les dio la mano. Karen recuerda todo en cámara lenta: "Yo no reaccionaba... le tomé la mano y era como tener un algodón... te juro, demasiado suave...y cuando se fue le grité I LOVE YOU, CALETA!!!, me salió del alma". Ella asegura que no fue suerte, fue perseverancia. Por eso no se rinde y sigue esperando a que vengan: los quiere en Chile para repetirse el bocado. La moraleja, va para los que anhelan verlos en la Quinta Vergara, a cruzar los dedos y mantener la fe, así tal vés la cosa resulte mejor de lo que esperan.

La mano es de Karen . Juró que no se la lavaba más ...

6/9/08

Música y tecnología

Somos modernos, no ingratos
El aumento de las compras digitales de música tiene tiritones a productores, compositores, amigos del artista y roadies. ¿Por qué? Antes figuraban en los créditos de un CD, pero ahora están quedando en el más completo anonimato. (Nota publicada en agenda Rolling Stone, septiembre 2008)

El cataclismo de la industria discográfica, producido por las descargas gratuitas en la web, no se detiene. Porque junto a la eventual extinción de los CD, los nombres de quienes trabajan codo a codo con los músicos también desaparecerán.
El presagio podría materializarse en nuestro país gracias a la inminente llegada del iPhone y la recién inaugurada Apple Shop, que reflejan una expansión en el mercado capaz de volver a los consumidores cada vez más propensos a la compra de música on line. Lo cierto es que, en Estados Unidos, la manzanita está avanzando a pasos agigantados dentro de la distribución musical y, según señala el NY Times, las descargas pagadas ya aumentaron en un 34% a nivel mundial. Y afírmense porque se espera que para el año 2010 las ventas digitales de música ocupen por lo menos un 15% del mercado.
El formato MP3 es implacable con los que no se paran frente al micrófono y no hay cabida para el nombre del productor o los agradecimientos al aperrado roadie, a la polola o a los fans, pues sin un boocklet (o mini libro con carátula), los créditos se van a la chuña. El fenómeno está siendo advertido por algunos artistas como Mariah Carrey con su último álbum, que incluye un booklet en archivo pdf para descargar. Otros como Racounters o Portishead los ofrecen exclusivamente en formato físico, ya que iTunes sólo tiene disponible lo que las compañías discográficas le proveen.
"Al haber menos demanda las compañías podrían perder el interés en imprimir la información que puede ir contenida en un pdf . Eso puede convertirse, a la larga, en una excusa para dejar de incorporar la información con los créditos”, dice Neil Tesser, vicepresidente de la Recording Academy, institución encargada de velar por el trabajo de los profesionales de la música estadounidense. La preocupación aumenta dentro del negocio, pero los entendidos como el mismo señor Tesser, aseguran que tampoco hay que comenzar a desesperarse. Para bien o para mal, a estas alturas, la cosa ya no para.

Arqueología Pop: Televisores ANTU

Mi primera tele
Diseño: Paula Mena
Hecho en Chile, hasta el más ínfimo circuito. Liviano y funcional, mi ANTU fue un televisor pionero en varios sentidos. De módico tamaño, llegó primero a entrometerse en dormitorios y cocinas de muchos chilenos, donde no tenían cabida los modelos antecesores de 23 pulgadas, con gabinetes de madera y finas terminaciones propias de un mueble decorativo. De plástico, en colores blanco, gris y rojo, el Antu se convirtió en el primer “televisor popular”, fácil de obtener y transportar.
Como parte de un proceso de industrialización y adquisición de nuevas tecnologías, el televisor Antu apareció en el mercado de la mano de IRT (Industria de Radio y Televisión) en el año 1974. Este equivalente electrónico de la Citroneta era armado en Arica, nuestro propio Silicon Valley, que en esa época concentraba gran cantidad de industrias.
Convertido en el estandarte de la televisión de masas, tenía varias ventajas técnicas: permitía una producción mucho más barata, automatizada y masiva que los otros modelos, casi no llevaba cableado y era el único que usaba de manera más intensiva los circuitos impresos y los transistores, la novedad tecnológica de la época que desplazó a los tubos de gran tamaño.
Fue culpable de la teleadicción de muchos, quienes esperaban impacientes mientras el aparato se tomaba su tiempo para encenderse completamente (el tubo de imagen se tenía que calentar para empezar a funcionar) y mostrar la totalidad de la imagen en blanco y negro.
El mismo boom tecnológico que lo trajo a miles de casas, se lo llevó. Pero a diferencia de tantos otros, permanece imborrable en la memoria colectiva, porque fue el que nos introdujo de lleno al mundo de la televisión, nos presentó a Don Francisco y nos mostró el primer beso animado entre Candy y Terry. La primera cajita mágica de nuestras vidas dio paso a los colores, controles remoto y plasmas, dejando entre otros recuerdos, ese último puntito luminoso que se instalaba en el centro de la pantalla antes de apagarse por completo e irse a negro.

Nueva serie

Mirageman regresa a la ciudad
Personificado por Marko Zaror, el exitoso personaje cinematográfico vivirá nuevas aventuras junto a Pseudo Robin y gran parte del elenco original (Publicado en diario Publimetro, mayo de 2008)

El superhéroe nacional llegó para quedarse y entrar directo en las casas de los atribulados chilenos, ésta vez por las pantallas de Canal 13. Con los 17.842 espectadores que consiguieron durante el primer fin de semana en cartelera, han vuelto por más. La dupla creativa formada por Ernesto Díaz y Marko Zaror (Kiltro) pretende repetir la hazaña y ya se encuentran en la etapa de pre-producción para empezar a grabar las peripecias televisivas del intrépido enmascarado.

La idea es que sea lo más parecida a la película. "Estamos trabajando mucho, prefiero que se demore pero queremos algo realmente bueno", cuenta Zaror. "Lo más atractivo del proyecto son las posibilidades de internacionalizarnos porque el canal nos da la posibilidad de vender el producto afuera". La película tiene entre sus protagonistas a Magdalena Swett y Mauricio Pesutic, ambos rostros de TVN. Según Zaror, Swett tiene una cláusula en su contrato con la red estatal que le permite participar en todos los productos relacionados con Mirageman, que a estas alturas ya se ha convertido en toda una marca comercial.

Marko se lo toma con calma pero no disimula su entusiasmo: "Queremos hacer una serie entretenida, que tenga empatía con el espectador, que se rían y se emocionen". El plan es empezar a grabar a más tardar en noviembre y ya hay un equipo de guionistas del mismo canal que se está quemando las pestañas para definir la aparición de nuevos personajes y dar mayor participación a Pseudo Robin, interpretado por Iván Jara.

El equipo está optimista, el público los ha recibido bien y los espera, lo que se hizo patente el año pasado en el Festival de Cine de Río de Janeiro donde la película obtuvo su cuarto galardón como la favorita del público. Y cómo no, si dan ganas de que alguien común y corriente salga de una vez por todas a patear unos cuantos traseros por ahí.

5/9/08

Rock Cristiano

Ruido y guitarras en nombre del amor
Le ponen música a la palabra de Dios. No quieren pasar por lateros ni religiosos "típicos", usan el pelo largo o de colores según la tribu urbana a la que pertenezcan y se definen simplemente como jóvenes que aman a Dios. El movimiento "Despreciados y Desechados", liderado por un pastor evangélico metalero, los acoge sin cuestionar la pinta, el estilo o las creencias. Todas las ovejas discriminadas son bienvenidas. (Trabajo para Taller III, noviembre de 2007)

Hace veinticinco años, Marcos Cartes (47) venía llegando de un carrete a las nueve de la mañana. Mientras trataba de dormir después de una noche llena de alcohol y rock en altos desibeles, versículos de los evangélicos que cantaban en la esquina retumbaban en su ventana. Aunque se tapara la cabeza con la almohada, le quedó dando vueltas el tema de la salvación. Un día en que sintió que había tocado fondo y que ya gastaba lo que no tenía en drogas, reaparecieron los cantos canutos, ahora en su conciencia y esta vez decidió seguirlos. Se transformó, dejó todo lo alusivo a la bestia y la perdición pero no pudo dejar de rockear: tenía que transmitir su experiencia de redención a otros a través de la música.
El rock cristiano brota de la conversión y voluntad de creyentes que quisieron seguir un camino diferente que no los alejara de los ritmos que tanto les gusta tocar y escuchar. "Para nosotros Dios es el creador de la música y Satanás un usurpador" -afirma Marcos. "Me puede afectar lo que algunos grupos están diciendo, no el rock en sí. El ritmo no tiene la culpa". Como líder de la banda “Los Perniles con Papas” acaba de sacar su último disco "Fiesta en e Cielo" y ya llevan 10 años cantándole a Jesús con un estilo musical que ellos mismos definen como “ecléctico”. Según Marcos, se trata de mezclar distintos estilos dentro de la misma canción, entre funk, rock, hasta cumbia.
El centro de operaciones del grupo es la tienda de instrumentos “Power Music” que Marcos tiene hace más de 15 años en una de las galerías del Hotel Crowne Plaza. Venden guitarras, amplificadores y todo tipo de implementos para meter ruido, pero la decoración es distinta a las demás: en la puerta cuelga un cartel que dice “Jesucristo, música para mis oídos”. En el baño otro advierte: “Sonríe, Dios te ama”.
Aunque hay bandas que reciben críticas y cuestionamientos sobre la imposibilidad de mezclar mundos tan distintos, Rolando Ramos, voz de Radio Futuro, cree que son absolutamente compatibles. “El rock responde a las necesidades de expresión del ser humano", señala. "Por eso puede familiarizarse con cualquier filosofía o creencia, cristianismo y satanismo están presentes en el rock. Ambas son revoluciones, ya que en Cristo tambien ven una fuerza liberadora".
A Marcos no le importa que los clientes de su tienda lo tilden de loco. Para él Dios es lo primero y lo que un buen bajo o una batería aislada les pueda aportar, es poco. “¿Qué valores me puede aportar un grupo de músicos gay? ", agrega. "Si su mente está atrofiada, su mensaje debe ser igual.”
Pastor de las tribus urbanas
Lo cierto es que cuesta moverse entre góticos, punks o pokemones si se va cantando salmos y alabanzas al Señor. Eso lo sabe Fernandos Gallegos, el pastor metalero de pelo hasta la cintura que viste de riguroso negro y cadenas ad hoc. Como líder del movimiento "Despreciados y Desechados" es menos radical y no le importa que los integrantes de su movimiento religioso escuchen a otras bandas mundanas. Él sólo escucha heavy metal cristiano, por desición personal, desde los tiempos en que tocaba en una banda llamada Gólgota, cuando descubrió que se emocionaba más con cada trasher que entregaba su vida a Dios que con un algún riff magistral. Así, cambió la batería por la biblia.
El propósito de Fernando es que los jóvenes que no están ni ahí con Dios entiendan que hay un lugar para relacionarse libremente con Él. “Recibimos desde católicos hasta agnósticos. Muchos arrastran drogadicción, depresión e intentos de suicidio y los aceptamos tal cual".
Partieron con reuniones públicas en el Paseo Ahumada para proclamar a viva voz que es posible convertirse sin dejar de ser ellos mismos. Hoy tienen una sede oficial cerca de Avenida Matta para hacer alabanzas rockeras e invitar a bandas no cristianas a tocar con ellos. “Nosotros no ocupamos el escenario para predicar”, aclara Gallegos.
Woodstock, versión devota
Durante cuatro años consecutivos se realizó un evento de rock cristiano llamado Cristock, en el recinto evangélico “La Misión”, camino a Lonquén. Quisieron desafiar a la juventud: dos días de rock sin drogas, sin alcohol y sin violencia. Asistieron dos mil personas, con 30 bandas en escena: "Redentor", "Fe Fighters", "Siervos Inútiles" y "Perniles con Papas", fueron parte de dos días de sana distorsión. Durante dos años no se pudo llevar a cabo por falta de presupuesto, pero hay planes para el 2008 en el Parque O’ Higgins. El que viene tendría 25 bandas, entre grupos funk, metal y hip hop que esperan congregar alrededor de cinco mil personas.
“No hay un mercado que permita a las bandas cristianas vivir de su música. El mismo mensaje les cierra las puertas en un país que es discriminatorio. Les cuesta grabar y producirse pero hay mucho profesionalismo y dedicación”, señala Gallegos.
Pablo León (24) es vocalista y representante del grupo In-Culto. Ellos tocan en un ambiente más “secular” para compartir con otras bandas que no sean cristianas. “No me interesa entrar en un mercado cristiano", aclara. "Somos varias bandas sin ningún apoyo y pura autogestión. La idea es estar en la escena nacional pero con un mensaje cristiano. Lo que nos puede abrir las puertas es el hecho de hacer buena música y para allá vamos”.
Rolando Ramos cree que lo que vende es el lado torcido de las cosas. "Es cosa de ver la farándula, para mí eso es más demoníaco que cualquier banda satánica”, aclara. Los medios no les dan cobertura pero hay muchas bandas cristianas que tampoco la buscan mientras o
tros creen que siempre habrá público si hay calidad. Se puede ser metalero o emo y creer en Dios, el rock es rebeldía y en estos tiempos de Transantiago, crisis y calentamiento global, qué más rebelde que cantarle a la salvación.

2/3/08

Lo que hay: Emilio Antilef, ícono Kitsch

El pasado no lo condena







El niño superdotado de las tardes ochenteras, modelo para padres y encanto de abuelitas, ya no es el mismo. Por fuera se ve casi igual y la gente lo reconoce sin sospechar que el ex niño genio ahora se mueve lejos de los estandartes patrios, /////fiestas alternativas, la pedagogía, y el mundo “kitsch”.
Por Sole Vargas (Perfil para Taller III)



Perdido en el corazón de La Pintana, de noche y muy lejos de los focos de televisión, Emilio parecía otra presa fácil para la delincuencia: en medio de la nada dos asaltantes lo abordaron para quitarle todo. Al hurgar entre los documentos, uno de los ladrones tomó su cédula de identidad, leyó el nombre y sorprendido, le dijo a su cómplice: “Oye, mira, yo a él lo he visto, es el niño genio de la TV…Mi papá lo conoce, por Sábados Gigantes”. Acto seguido, le preguntarton dónde se había metido, conversaron un poco y lo dejaron ir, asegurándose de que regresara sano y salvo, al interior de un colectivo.


Hace un año, la fama que tuvo hace 25 lo salvó////Quienes no olvidaron sus frases pomposas lo imaginan doctorándose en Harvard, los que lo detestaron creen que está en un rincón llorando de nostalgia por sus años de gloria junto a Don Francisco. Lo cierto es que la vida actual de Emilio no se centra en ninguno de esos dos extremos y, como simple mortal que nada tiene ya de súper, se lo toma con mucha calma y humor. Actualmente tiene 35 años, aún vive con sus padres y no le molesta que lo más recordado de él, para bien o para mal, según dice, sea el tono que usaba al recitar y la cuidada dicción, enfatizando las “erres” y “p”. El juraba que se lucía y no se arrepiente: “Esas cosas medias circenses tienen la dignidad de haber sido hechas con mucho empeño”, -recuerda.
Se hizo conocido por su lenguaje de adulto y el tono solemne que empleaba al recitar, que lo catapultaron al estatus de niño símbolo de perfección en plena década de los ochenta. Patricio “Hado” Sánchez, productor de las fiestas “Kitsch” y actual amigo, lo recuerda. “Todos odiábamos al cabro chico que salía en la tele y leía poemas con voz de pito… Nuestras mamás nos comparaban, no decían ‘mira que inteligente’ porque tenía la imagen de superdotado… muy ñoño y casi fome”.

Cabro chico agrandado
A los siete años, ya se definía como escritor. Comenzó a inventar rimas, inspirado por los versos que Beto le leía a Enrique en Plaza Sésamo y llegó a la televisión por casualidad, descubierto por Gina Zwanic, rostro de la época, que lo vio recitando en uno de los pasillos del Canal 13. Más avispado que el resto, pero no superdotado, aprendió a leer a los 4 años, jugando con los materiales de su papá sicopedagogo. Se esforzaba por hablar bien, le gustaba leer mucho y dominar varios términos. “Eso, para la gente era muestra de máxima genialidad”,- dice- “pero nunca fui el mateo del curso”. El temprano hábito de lectura lo llevó a ser parte del “Brotherly Colllege”, proyecto educacional aventurero e incomprendido que planteaba que los niños superdotados no nacen, se hacen. Estuvo un año estudiando ahí, pero el colegio cerró por las suspicacias que despertaron los niños de nueve años que saltaban cursos y salían a esa edad de cuarto medio.
Emilio se convirtió en alumno normal de colegio normal, que si a los 8 años era agrandado, a los 13 ya quería ser todo un hombre. “Quizás por el mismo proceso que uno vive, en algún momento como que me harté de ser la estrellita infantil”, -señala, explicando el rechazo a la invitación que le hicieron para ser parte del programa Cachureos.








Su última aparición como niño genio fue de jurado en el programa “Cuánto vale el show” en 1983.
“A los 14 me pegué la cachá de que por qué tenía que estar hablando siempre tan bien”, -dice el ex niño genio que leyendo a Nicanor Parra se atrevió a decir garabatos. Se rebeló y comenzó a hacer la cimarra en cines de barrio a los que no llegaba la censura. “Yo quería ser John Travolta, estaba enamorado de la Olivia Newton John”, - recuerda. Casi repitió tercero medio por eso.

Entre varios mundos
Mientras aparecía en televisión, sus poesías dedicadas a la patria lo acercaron al gobierno militar. Gracias a su proximidad con muchas autoridades, pudo sacar al héroe que llevaba dentro para ayudar a todo el que se lo pidiera. Regalaba muchos de los juguetes que le daban y consiguió becas “Presidente de la República” para jóvenes mapuches. Él recibió ayuda también y por eso, cuando en educación media decidió militar en el Partido Comunista, Lucía Pinochet le dio a entender que estaba mordiendo la mano que le daba de comer. Aparte de eso, no recibió mayores desaires por parte de ese sector y, tiempo después, rechazó tener mayor participación en el PC y se retiró. No quería que nadie utilizara su imagen para nada en particular.
Haber conocido a tanta gente gracias a su popularidad infantil no le trajo beneficios económicos (nunca le pagaron nada por aparecer en televisión) pero logró contactarse con mucha gente. Alguien que no recuerda, lo recomendó para una beca en Canadá, para aprender inglés durante seis meses. Se fue con la idea de traer un título de Sociología bajo el brazo, pero volvió después de seis años, sin nada más que experiencias de vida.
Su madre, en parte, apoyó la idea de su partida. “Como padres pensábamos que era muy bueno que dominara el ingles y que seis meses le iban a hacer muy bien, pero no seis años…No volvió con un título en la mano, pero todo lo que se viva sirve de experiencia, y el viaje de Emilio fue el mejor libro que pudo leer, con fracasos y éxitos. La vida siguió, y nunca se sintió frustrado”. Pero el regreso tampoco fue fácil.
“Cuando volví a Chile pasé por una depresión, pero no tanto por la cosa televisiva. Fue por el hecho de volver con las maletas vacías”. Además se desencantó con lo que encontró. “La idea o el mito de la llegada de la democracia y la reconciliación lo vas alimentando mientras más lejos estás. Volver y darme cuenta de que no había nada de eso igual me afectó”.
En esa época estudió tres años de periodismo y completó una pedagogía en inglés. Participó en los talleres de la Zona de Contacto pero nunca le publicaron un cuento. Estando cesante cantó en las micros, sin importarle que más de algún pasajero lo mirara extrañado y le dijera: “Oye, pero… ¿y qué te pasó?”. Reunía diez lucas diarias pero lo dejó y terminó formando una banda de rock, conocida en algunos pubs de Peñalolén llamada “Caifás” donde toca flauta y canta. “Tiene su veta artística el Chico…” cuenta Marcela Silva, una de sus mejores amigas. “Y lo hace bastante bien, -continúa-, “transmite mucha energía en el escenario”.
“Emilio goza con la diversidad, él da pa todo un poco, para jugar partidos de fútbol con los niños en el colegio, para la radio, para cantar. La diversidad lo define… con esa capacidad que tiene para dar un poco de sí en cualquier ámbito”, dice Marcela. Porque desde hace un par de años, Emilio es parte activa de las fiestas kitsch y del programa de radio relacionado con éste concepto que se ha convertido en una marca.



El regreso
El kitsch tiene relación con lo grotesco y lo exacerbado. “Yo era el niñito que hacía cosas extrañas, escribía poesía y las recitaba con mucho entusiasmo y de manera pomposa. Eso tiene mucho de kitsch”, dice Emilio, reconociendo su lado caricaturesco. Aunque, más que un ícono kitsch, Emilio es un compendio viviente de una cultura pop de la cual fue testigo privilegiado. Así llegó como panelista al programa “Radio Kitsch”, junto a Patricio Sánchez, para hablar de los hitos del pasado, lo ochentero y sobrecargado. Todos esos placeres culpables que lo llevaron a la conducción de la versión renovada del mismo programa, ahora llamado “Kitsch AM”, el matinal cebolla de los sábados, en la radio “Cariño”.
“La gente se impresiona al verlo en las fiestas que hacemos, porque tiene la misma cara de cuando era chico. No nos creen que Emilio Antilef sea un chico under que va a la Blondie. Se impresionan al volver a verlo como la persona que es ahora” dice Pato, con quién tiene varios proyectos en mente.
Su madre lo ve como una persona que está feliz con todo lo que hace. “De chico jugaba a ser locutor, así es que ahora él está en su salsa, -dice.“Y la docencia también la lleva en la sangre, siempre anda contento”.
Atento, entretenido, buen amigo, bueno para la conversa y el intercambio de historias. Así lo describen sus amigos cercanos. “Respetuoso, caritativo, pero desordenado”, agrega su mamá. “Toma las cosas como vienen, si le pasa algo lo asume y no le da más vueltas”.
No le molesta que lo reconozcan ni tallas como “de súper dotado a súper botado” que le lanzan sus mismos cercanos. En ningún momento se pone a la defensiva ni tiene traumas. Ser conocido no le trae problemas, y no serlo, tampoco, según refleja su manera de hablar al recordar el asunto: “Lo grato es que no haya pasado tan inadvertido, como alguna vez lo pensé, porque algunos creen que lo hacen cuando niños no importa, pero lo mío ha tenido consecuencias”.
No pretende dedicarse a la música, pero le gustaría sacar a la luz alguna de las cosas que hace con Caifás. También le gustaría terminar periodismo y publicar un libro de poesías que tiene listo hace tiempo pero que falta editar. “Falta constancia”, -dice, pero se ve que hay ganas. Y de a poco, quienes se pregunten que fue de Emilio Antilef, irán encontrando las respuestas.
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1/3/08

En Vivo: Don Nadie

Adicción a los focos
El Living (Cinearte Alameda) - 10 de Enero

Si usted sale en televisión ya no necesita cantar en la ducha para jugar a ser una estrella del rock and roll. Hace tiempo que galanes de teleseries, periodistas y conductores de TV decidieron tomar por asalto el micrófono para cumplir el sueño. Y la curiosidad mediática es una dulce miel para atraer moscas, no hay riesgo de pasar desapercibido como cualquier don nadie, valga la redundancia...

Ariel Levy (actor fetiche de cineastas incipientes-vocalista) y Matías Vega (animador-bajista) son las caras reconocibles de esta banda que comenzó siguiendo la poco afortunada senda de Sergio Lagos y Felipe Avello, pero con más empeño y poder de convencimiento: Lalo Ibeas de los Chancho en Piedra los mira de cerca y será el productor del disco debut que aún no tiene fecha de salida. Todo comienza con Levy irrumpiendo con el grito "¡¡¡Ésto es rock and roll!!!", ante un público que no entendía si sobre el escenario estaba parada la persona indicada para dar la cátedra. Y bueno, para una no es fácil sacudirse en la primera canción los prejuicios sobre un tipo que se dedica 10 horas al día a hacer otra cosa.
Levy no tiene una voz muy sorprendente pero tampoco desentona y pese a las equivalencias rítmicas descaradas con canciones de "The Hives" que se pasan de lo que se pueda llamar “influencia”, suenan bien y tratan de contagiar esa energía y espiritu saltarín propio de los que tratan de acercarse al punk. Pero pese a los esfuerzos desmedidos el público no prendió. Mucho salto, mucho grito, mucho empelotamiento innecesario. ¿Para que terminar sin camisa en un lugar que nunca estuvo cerca de hervir? .
Insisto, muy subjetivamente, con eso de que ser una buena banda de rock and roll es un trabajo de tiempo completo y que si Levy se concentrara en eso le hiría soprendentemente bien, siempre está luchando por encender hasta al últjmo de la fila (aunque no sean más de cuatro). Dentro del marco del hobbie o de lo que puede ser una ex-banda colegial, se puede señalar la diferencia entre lo presentable y lo impresentable. Y Don Nadie, a diferencia de otros casos similares, no incitan a que los que no somos amigos de la banda queramos salir arrancando del lugar.

10/12/07

Nicolás Copano

Copano contraataca

En el colegio sus compañeros no lo soportaban. Hoy, a medida que aumenta de volumen, va superando su rating locura tras locura a vista y paciencia de los adolescentes que lo aplauden. Siempre tiene una idea en la cabeza y si llega a tener vacaciones no se separa del computador. Descansa trabajando ya que, por el momento, no tiene vida personal. (Perfil para Taller de Prensa III, agosto 2007, antes de la abrupta desaparición de Canal Copano)

Es domingo. Mientras muchos descansan o sueñan con tener algo más de tiempo para dormir , Nicolás Paolo Patricio Copano (21) insiste en su trabajar. Dentro de un mall lleno de ruido, a la hora pic del consumismo, él está tecleando en su computador y concretando por teléfono reuniones con famosillos, tipo Rafael Cavada, cuyo nombre vocifera a los cuatro vientos.
Saca la mirada del monitor para responder y chequear de vez en cuando cuántos andan a su alrededor, quién lo mira y quién no. Poco habla de lo que hizo el fin de semana o de lo cansado que podría estar y prefiere conversar sobre su juguete nuevo, el último MP3 que salió al mercado y que vino a reemplazar a su iPod, que -según confiesa, ya lo tenía aburrido. “Vengo de esa clase media que prefiere comprar libros en vez de tener un auto caro. Yo soy de comprar gadgets, porque eso me puede dar acceso otro nivel de contenidos, a entender a mi público y a mis clientes”. ¿Y que son los gadgets? Según la jerga de la generación digitalizada (esa de la que es prácticamente el fundador), son dispositivos pequeños diseñados para proveer información o mejorar la aplicación de una computadora. Y los clientes, son de la agencia Gou, la nueva invención de la “marca Copano”, destinada a idear y producir contenidos.
Comenzó su carrera de comunicador a los quince años, cuando recorría todo Santiago desde Puente Alto hasta El Mercurio en Vitacura para participar en los talleres de la Zona de Contacto. Se paseó por todos los escenarios sociales y eso lo inspiró a escribir más. Marcelo Ibáñez, actual editor de la Zona, recuerda que “la gente de esa época no le daba la pasada, por hiper ventilado”. Incluso lo echaron del colegio por una columna que escribió poniendo en duda los "métodos educativos opresores en base a anti valores vendidos con una cáscara valórica”, según recuerda el propio Copano.“Volvió dos años después con una carpeta de ideas bajo el brazo" -recuerda el editor. "Ochenta por ciento de las ideas eran basura, pero habían cuatro o cinco muy buenas. Era un adolescente hincha pelotas en un medio plano donde la mayoría de la gente no hace mucho y no propone".
En el colegio llenaba cuadernos con programas que inventaba para sus compañeros de curso y, según su amigo y ex compañero Alexis Reyes, Nicolás no ha cambiado nada. “Pinta monos, como siempre… andaba metido en todos los eventos, trataba de llamar la atención pero era rechazado por todo el colegio y le gritaban cosas”. Nicolás, recordando esos viejos tiempos recuerda que “pese a no andar vestido como bailarín de Axé, igual destacaba. Al menos mi opinión…”. Por eso la expulsión no le afectó ya que, según Alexis, era lo que en cierta forma andaba buscando.
“Es un buen amigo y juntarse con él es como vivir en una caricatura, con la tensión de no saber de que manera va a reaccionar o que se le va a ocurrir” dice Alexis, agregando que su partner es igualito a un mono animado al que, si se le cruza una idea por la cabeza, la sigue hasta el final. “El año pasado vio en la calle a una 'ex no-novia' (porque nunca lo pescó nadie). Era una de las niñas con las que estuvo obsesionado. Él iba en un taxi, paró en mitad de la Alameda y empezó a seguirla porque no la había visto en cinco años. Se escondía detrás de los teléfonos... Esa obsesión, también la tiene para trabajar”.
A pesar de tener el caracter de los que la siguen y la consiguen, casi nadie en el colegio le tenía fe y sólo los más cercanos pensaron que por ser de ideas fijas, terminaría logrando su objetivo: estar en vitrina.
Trabajador obsesivo
Le saca el quite a cualquier tema personal. Por eso cuenta que uno de sus mejores recuerdos es el primer sueldo que le pagó Nicolás Larraín en el 2002 por hacer los top five de CQC, donde estuvo 2 años hasta que los formatos preconcebidos lo hartaron y prefirió irse para empezar a hacer las cosas a su manera.
José Miguel Villouta lo presentó en Via X como el niño genio que a su corta edad analizaba demasiado por qué algunas cosas funcionaban y otras no. Luego vino Rolling Stone, FM Hit, Rock and Pop, el diario La Nación, y Chilevisión, con Duro de Domar y viajes semanales a Buenos Aires. Todo incluido.
Reconoce que t
anto en tan poco tiempo le anduvo inflando el ego. “Pensé que era joven e indispensable y al final me di cuenta de que no era así, a uno lo pueden echar todos los días, por eso hay que superarse”, señala. “Al final del día, es mucho más divertido Via X, donde están los amigos”.
No se cansa de repetir que estamos viviendo un momento histórico que hay que aprovechar, que las nuevas tecnologías permiten hacer cada vez más cosas y, a los jóvenes, la posibilidad de dudar que otros no tuvieron.
A los quince quería guiar a toda una generación, hoy está más tranquilo y preocupado de tener una posición honesta frente a las cosas. “No voy por la vida diciendo que soy un intelectual, fumando hierba con mis amigos ‘shúper’ locos que se visten ‘shúper’ bien” -señala. Quiere escribir libros y se declara conforme de tener unos 10 años de ventaja para hacerlo. Pero lo que no quiere dejar jamás es la radio. “Mi ilusión más loca es que en 10 años más, padres e hijos escuchen mi programa de radio, se rían y llamen”.
Su amigo Alexis no divulga que todavía se junta con él y se sienta a escuchar los comentarios de sus ex compañeros. “La mayoría dice que no le gusta lo que él hace, pero hablan con tanto manejo de información que se nota que ven el programa igual. Ahora siempre están pendientes, aunque no lo reconozcan”. Como dice Nicolás, hay que trabajar y rezar. A la larga le está resultando.

¿Quién soy?

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Santiago, Chile
Periodista, a poco de titularme de abogada, dibujante innata y diseñadora de cachivaches varios por hobbie. Traté de ganarme la vida como periodista pero descubrí que es más sano estar al otro lado de la grabadora, escribiendo de lo que se me de la gana.